Cuando se habla de la zona ATEX, se hace referencia a aquellos lugares donde existe un riesgo de explosión debido a la presencia de sustancias inflamables o combustibles. Este término proviene del acrónimo ATEX, que significa "ATmósferas EXplosivas".

Las zonas ATEX se determinan de acuerdo a la probabilidad de que ocurra una explosión y la duración en la que podría estar presente una atmósfera explosiva. Estas zonas están clasificadas en tres categorías principales: zona ATEX 0, zona ATEX 1 y zona ATEX 2.

La zona ATEX 0 se refiere a aquellas áreas donde una atmósfera explosiva está presente de manera continua o durante largos períodos de tiempo. Por lo tanto, los equipos y dispositivos utilizados en esta zona deben cumplir con estrictas normas de seguridad para evitar cualquier riesgo de ignición.

Por otro lado, la zona ATEX 1 incluye aquellos lugares donde existe la posibilidad de que una atmósfera explosiva se produzca ocasionalmente durante la operación normal. Los equipos y dispositivos instalados en esta zona también deben cumplir con ciertas especificaciones y ser adecuados para su uso en áreas potencialmente peligrosas.

Finalmente, la zona ATEX 2 se refiere a aquellas áreas donde la presencia de una atmósfera explosiva es poco probable y, en caso de que ocurra, será de corta duración. Sin embargo, a pesar de la baja probabilidad de explosión, los equipos y dispositivos utilizados en esta zona aún deben cumplir con las regulaciones de seguridad para minimizar cualquier posible riesgo.

Es importante tener en cuenta que la clasificación de las zonas ATEX puede variar dependiendo del tipo de sustancias inflamables presentes y del entorno específico de cada instalación. Además, es responsabilidad de los empleadores implementar las medidas de seguridad adecuadas y proporcionar la formación necesaria para garantizar un entorno de trabajo seguro en zonas ATEX.

¿Cómo saber si un producto es ATEX?

Si estás en busca de un producto ATEX, es fundamental saber cómo identificar si realmente cumple con los requisitos de seguridad necesarios. ATEX son las siglas en inglés de Atmosphères Explosibles, el cual es un conjunto de normas europeas que establecen los requisitos mínimos para los equipos utilizados en áreas con riesgo de explosión.

Para asegurarte de que un producto es ATEX, lo primero que debes hacer es buscar la etiqueta o la certificación correspondiente. Esta certificación se otorga a los productos que han sido sometidos a pruebas y análisis exhaustivos, demostrando así que cumplen con los estándares de seguridad establecidos por la normativa ATEX.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los equipos ATEX deben tener una marcación específica. Busca en el producto las letras "Ex", seguidas de un código alfanumérico que indica la clase y la categoría del equipo. Esta marcación es obligatoria, ya que indica que el producto cumple con los estándares de la normativa ATEX.

Además de la etiqueta y la marcación, es necesario verificar que el producto cuente con certificados emitidos por organismos acreditados. Estos certificados deben especificar las pruebas realizadas, los resultados obtenidos y la normativa a la que se ajusta el producto. Asegúrate de que los certificados sean recientes y estén vigentes.

Recuerda que la seguridad es lo más importante cuando se trata de equipos utilizados en áreas con riesgo de explosión. No te arriesgues y asegúrate de que el producto que adquieras cumple con los estándares de la normativa ATEX. Si tienes alguna duda, lo mejor es consultar a un especialista en seguridad industrial o a un proveedor de confianza que pueda brindarte la información necesaria.

¿Cuántos tipos de ATEX existen?

En la normativa ATEX, se definen diferentes tipos de equipos y áreas clasificadas en función de su riesgo de explosión.

Existen dos directivas ATEX principales: la Directiva 2014/34/UE (ATEX 114) que se refiere a los equipos y sistemas de protección destinados a ser utilizados en atmósferas explosivas, y la Directiva 1999/92/CE (ATEX 153) que trata la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de atmósferas explosivas.

En cuanto a los tipos de ATEX, podemos mencionar los siguientes:

1. ATEX 114: Esta clasificación se refiere a los equipos y sistemas de protección destinados a ser utilizados en atmósferas explosivas. Se divide en dos categorías:

• Categoría 1: equipos destinados a ser utilizados en zonas donde se presenta un riesgo extremadamente alto de explosión.
• Categoría 2: equipos destinados a ser utilizados en zonas donde se presenta un riesgo alto de explosión.

2. ATEX 153: Esta clasificación se refiere a la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de atmósferas explosivas. Se divide en tres zonas:

• Zona 0: áreas donde se espera que una atmósfera explosiva esté presente de manera continua o durante largos períodos de tiempo.
• Zona 1: áreas donde es probable que una atmósfera explosiva esté presente ocasionalmente en condiciones normales de funcionamiento.
• Zona 2: áreas donde es improbable que una atmósfera explosiva esté presente en condiciones normales de funcionamiento, o si está presente, solo por un corto período de tiempo.

Estas clasificaciones son importantes para garantizar la seguridad tanto de los equipos y sistemas utilizados en atmósferas explosivas, como de los trabajadores que se encuentran expuestos a estos riesgos.

¿Cómo clasificar áreas explosivas?

La clasificación de áreas explosivas es un aspecto crucial a tener en cuenta en diversos entornos industriales y comerciales. Para garantizar la seguridad y prevenir accidentes, es fundamental seguir rigurosos estándares y normativas. En este sentido, la clasificación de áreas explosivas se realiza en función de varios factores.

Primero, se deben considerar las sustancias inflamables presentes en el entorno. Estas pueden ser gases, vapores, líquidos o polvos. La naturaleza y las características de estas sustancias determinarán el grado de peligro que representan y, por lo tanto, la clasificación de las áreas explosivas.

Segundo, la cantidad y concentración de las sustancias inflamables son determinantes para establecer la clasificación. Cuanto mayor sea la concentración, mayor será el riesgo de explosión y, por lo tanto, mayor deberá ser la precaución en la clasificación de las áreas.

Tercero, se consideran los equipos y sistemas presentes en el entorno. Estos equipos pueden generar chispas, calor o llamas debido a su funcionamiento. En consecuencia, es necesario tener en cuenta estas fuentes de ignición para clasificar correctamente las áreas explosivas.

Asimismo, se deben tener en cuenta las condiciones ambientales. La temperatura, la humedad y la presión pueden influir en la formación y propagación de explosiones. Por lo tanto, estas variables también deben ser consideradas en la clasificación de áreas explosivas.

Finalmente, es importante mencionar que la clasificación de áreas explosivas se realiza mediante la combinación de letras y números. Estos códigos indican el grado de riesgo y el tipo de sustancia inflamable presente en el entorno. Es fundamental seguir estos códigos y realizar inspecciones periódicas para garantizar el cumplimiento de las normativas de seguridad.

¿Cómo se clasifican las zonas con presencia de atmósferas explosivas?

Para clasificar las zonas con presencia de atmósferas explosivas, es necesario seguir una serie de pautas y normativas establecidas. Estas regulaciones son fundamentales para garantizar la seguridad en entornos peligrosos.

El primer paso es identificar y determinar la probabilidad de que se forme una atmósfera explosiva en el entorno. Existen diferentes factores que pueden contribuir a la aparición de estas atmósferas, como la presencia de sustancias inflamables o combustibles y la posibilidad de acumulación de gases, polvos o vapores.

A continuación, se realiza una evaluación de los riesgos para determinar la magnitud del peligro. Esta evaluación se basa en varios criterios, como la cantidad y características de las sustancias presentes, el flujo o circulación de los gases y la ventilación del área.

Una vez realizado este análisis, se procede a clasificar la zona de acuerdo a la probabilidad de aparición de atmósferas explosivas. La clasificación se divide en tres zonas: zona 0, zona 1 y zona 2.

La zona 0 es aquella en la que existe una alta probabilidad de que se forme una atmósfera explosiva de forma continua o durante períodos largos. En esta zona, el peligro es constante y se deben tomar medidas extremas de seguridad, ya que la ignición puede ocurrir de manera instantánea.

Por otro lado, la zona 1 es aquella en la que se puede producir una atmósfera explosiva ocasionalmente durante el funcionamiento normal de un equipo o instalación. En esta zona, el peligro es menor que en la zona 0, pero aún así se deben implementar medidas de seguridad adecuadas.

Finalmente, la zona 2 es aquella en la que es poco probable que se forme una atmósfera explosiva, y si ocurre, es solo por un corto período de tiempo. En esta zona, se deben tomar precauciones para evitar la ignición, pero el peligro es significativamente menor que en las zonas anteriores.

Es importante tener en cuenta que estas clasificaciones son parte de un sistema de seguridad global y deben ser aplicadas en conjunto con otras medidas preventivas para evitar accidentes y proteger la vida y la integridad de las personas y los equipos.

Linternas a prueba de explosiones para zonas ATEX

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• Certificado de seguridad: ATEX Zona 1 (Categoría 2). Índice de protección IP68: sumergible a más de 1 metro en agua durante 30 minutos
• 2 pilas alcalinas AAA (incluidas) | Interruptor trasero para un uso puntual o continuado
• Resistente cuerpo de plástico ABS | Longitud: 14,6 cm | Peso con las pilas: 54 gr
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Sensores y detectores de gas certificados para zonas ATEX

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• 3 LED de estado (verde=Power, amarillo=error, rojo = alarma)
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• Contenido del envío: 1 detector de CO, 2 pilas CC de 1,5 V tipo AA, 2 tacos, 2 tornillos, 1 instrucciones (idioma español no garantizado)
• Temperatura de uso: -10 a +40 °
• Rango de humedad permitido: 20% - 95%
• Fácil instalación (se puede colocar en la pared o en una superficie plana)

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• 【Mantenga la seguridad】-- El detector de gas se utiliza principalmente para detectar gas natural (componentes principales: metano), GLP (componentes principales: propano, butano) y gas de carbón urbano (alcanos, olefinas, arenas). Cuando la fuga de gas combustible excede el estándar, el detector de gas emitirá una alarma sonora continua, lenta, acelerada o apresurada de 85DB. No puede detectar gases tóxicos como el monóxido de carbono.
• 【Pantalla digital LED y advertencia audible】-- El indicador del detector de gas muestra 0 en condiciones normales. Si se detecta una fuga de gas inflamable, los números 1-9 y A se pueden mostrar en la pantalla. La alarma suena y parpadea en rojo una vez que la concentración supera el 3% LEL. La alarma estará en diferentes estados de alarma según la concentración de gas inflamable.
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• 【Método de prueba】-- Mantenga presionado el interruptor del encendedor en la entrada de gas del detector de metano y desinfle lentamente (no encienda el encendedor durante el desinflado). Cuando la concentración alcanza el estándar, se activará la alarma, hasta que el volumen del gas ambiental caiga por debajo del punto de alarma. Precauciones: El tiempo de calentamiento del sistema es de aproximadamente 2-3 minutos. Durante este período, la prueba de gas no funcionará.
• 【Garantía postventa】-- Esta alarma de gas es segura y duradera, utiliza sensores de alta calidad, calefacción de semiconductores y tecnología de chip SMT. Ofrecemos una garantía de devolución de dinero para cualquier problema de calidad dentro de los 30 días.

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