¿Cuándo se presenta el modelo 111 y 190?
El modelo 111 y el modelo 190 son presentados en diferentes momentos según las obligaciones fiscales de cada contribuyente.
El modelo 111 es una declaración trimestral que deben presentar las empresas y empresarios individuales para informar sobre los pagos a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondientes a sus trabajadores.
Esta declaración se presenta de forma trimestral, durante los primeros 20 días naturales de los meses de abril, julio, octubre y enero. Es importante destacar que, en caso de que el último día del plazo sea sábado, domingo o festivo, se ampliaría hasta el siguiente día hábil.
Por otro lado, el modelo 190 es una declaración anual que tiene como finalidad informar sobre las retenciones y pagos a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas realizados a lo largo del año a los trabajadores y profesionales independientes.
Esta declaración debe presentarse durante el mes de enero, concretamente en los primeros 20 días naturales del año siguiente al que se refiere la declaración. Al igual que en el caso anterior, si el último día de plazo es sábado, domingo o festivo, se ampliará hasta el siguiente día hábil.
En resumen, el modelo 111 se presenta de forma trimestral, mientras que el modelo 190 se presenta de forma anual. Ambos modelos son de vital importancia para cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes y mantener al día los pagos y retenciones del IRPF.
¿Cuando estoy obligado a presentar el modelo 111?
El modelo 111 es una declaración informativa que deben presentar las empresas y profesionales autónomos a la Agencia Tributaria. Este modelo se utiliza para informar sobre las retenciones e ingresos a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Son obligados a presentar el modelo 111 todas aquellas empresas y profesionales autónomos que hayan realizado pagos sujetos a retención o ingresos a cuenta durante el año fiscal. Estos pagos pueden ser a trabajadores, arrendadores, proveedores u otros profesionales.
La presentación del modelo 111 debe hacerse de forma trimestral, es decir, se entrega cada tres meses. Los plazos de presentación son los meses de enero, abril, julio y octubre. Es importante cumplir con estos plazos para evitar sanciones y recargos por presentación tardía.
Para presentar el modelo 111 es necesario tener en cuenta cierta información, como el importe pagado, el porcentaje de retención aplicado y los datos identificativos de las personas o empresas a las que se les haya realizado el pago. Además, es necesario tener en cuenta los cambios normativos y las instrucciones que la Agencia Tributaria establezca para cada año fiscal.
En resumen, está obligado a presentar el modelo 111 cualquier empresa o profesional autónomo que haya realizado pagos sujetos a retención o ingresos a cuenta. La presentación se realiza de forma trimestral y es necesaria para cumplir con las obligaciones tributarias establecidas por la Agencia Tributaria.
¿Quién está obligado a presentar el modelo 190?
El modelo 190 es una declaración anual que deben presentar todas aquellas personas o entidades que realicen pagos de cualquier naturaleza a terceros que superen los 3.000 euros anuales. Esta obligación recae tanto en las empresas y autónomos que realizan pagos a sus proveedores, como en las administraciones públicas que realizan pagos a sus empleados o a otros proveedores.
En primer lugar, están obligados a presentar el modelo 190 todas las empresas y autónomos que hayan realizado pagos a terceros en el transcurso del año natural anterior y que hayan superado los 3.000 euros anuales. Esto incluye no solo el pago de facturas a proveedores, sino también pagos por rendimientos de trabajo, arrendamientos, prestaciones de servicios, etc.
Por otro lado, también están obligadas a presentar el modelo 190 las administraciones públicas que hayan realizado pagos a sus empleados o a otros proveedores y que hayan superado los 3.000 euros anuales. Esto incluye el pago de salarios, indemnizaciones, prestaciones sociales, subvenciones, etc.
Además, es importante tener en cuenta que se consideran obligados a presentar el modelo 190 tanto aquellos que hayan realizado los pagos de manera directa, como aquellos que los hayan realizado a través de mediadores o intermediarios.
En resumen, todas las personas o entidades que realicen pagos a terceros y que superen los 3.000 euros anuales están obligadas a presentar el modelo 190. Esto incluye tanto a empresas y autónomos como a administraciones públicas, y también se aplica tanto a pagos directos como a pagos realizados a través de intermediarios.
¿Qué pasa si no he presentado el modelo 111?
Si no has presentado el modelo 111 de declaración trimestral de retenciones e ingresos a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente a pagos realizados a trabajadores, profesionales y empresarios, debes tener en cuenta algunas consecuencias.
En primer lugar, debes saber que estarías incumpliendo con tus obligaciones fiscales, lo cual puede acarrear sanciones e intereses de demora. La Agencia Tributaria podría imponerte una multa por no presentar la declaración en plazo o por presentarla de forma incorrecta.
Además, si no presentas el modelo 111 a tiempo, la Agencia Tributaria podría iniciar un procedimiento de comprobación e inspección para determinar si has cometido una infracción tributaria. Esto incluye la posibilidad de que te requieran documentación justificativa de los pagos y retenciones realizados.
Otra consecuencia importante es que no podrás deducirte las retenciones en tu declaración de la renta. Si no presentas el modelo 111, no podrás descontar las retenciones realizadas a tus trabajadores o a profesionales que hayas contratado en los trimestres correspondientes. Esto podría suponer un mayor importe a pagar en el IRPF.
Por último, si no presentas el modelo 111, estarías incumpliendo con tus obligaciones ante la Seguridad Social. La presentación de este modelo también conlleva la liquidación de las cotizaciones sociales, por lo que no cumplir con esta obligación podría tener repercusiones en el ámbito laboral.
En resumen, es fundamental presentar el modelo 111 en plazo y de forma correcta para evitar sanciones y problemas con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. Recuerda que siempre es mejor cumplir con tus obligaciones fiscales y contar con la asesoría de un profesional para evitar consecuencias negativas.
¿Qué pasa si no presento el modelo 190?
El modelo 190 es una declaración informativa que deben presentar las empresas o entidades que hayan realizado pagos sujetos a retención durante el año fiscal. Si no presentas este modelo, puedes enfrentar diferentes consecuencias legales y administrativas.
En primer lugar, al no presentar el modelo 190 estarías incumpliendo con tus obligaciones tributarias, lo que puede conllevar sanciones económicas. Estas multas varían según el grado de incumplimiento y pueden oscilar desde una cantidad mínima hasta un porcentaje del importe no declarado.
Además, la no presentación del modelo 190 también puede repercutir en la reputación de tu empresa. Esto se debe a que la Agencia Tributaria realiza un seguimiento de las empresas que no cumplen con sus obligaciones fiscales, lo cual puede generar desconfianza por parte de tus clientes, proveedores y colaboradores.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la falta de presentación del modelo 190 puede derivar en una inspección por parte de la Agencia Tributaria. Durante esta inspección, se revisarán tus declaraciones y registros contables, lo que puede generar un proceso largo y costoso tanto en términos económicos como en recursos humanos.
Por último, debes tener en cuenta que la no presentación del modelo 190 puede limitar tu capacidad para acceder a determinadas ayudas o subvenciones públicas, ya que muchas entidades exigen estar al día con las obligaciones fiscales para poder solicitar este tipo de beneficios.
En resumen, es fundamental cumplir con la presentación del modelo 190 dentro de los plazos establecidos. No hacerlo puede generar sanciones económicas, afectar la reputación de tu empresa, generar inspecciones y limitar tu acceso a ayudas o subvenciones públicas.
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