El Tratado de Roma es el tratado que crea la Comunidad Económica Europea (CEE). Fue firmado el 25 de marzo de 1957 por seis países: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Este tratado estableció una comunidad económica entre los países firmantes, con el objetivo principal de promover una integración económica y social.

La CEE fue precursora de lo que hoy conocemos como la Unión Europea. Gracias al Tratado de Roma, se crearon instituciones comunes como el Consejo de Ministros, que sería el principal órgano de toma de decisiones de la comunidad. También se estableció una Comisión, encargada de proponer y ejecutar las políticas comunes, así como un Parlamento Europeo, que representaría a los ciudadanos de los países miembros.

El objetivo principal de la CEE era promover la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales entre los países miembros. Para lograrlo, se implementaron políticas como la eliminación de barreras arancelarias y la creación de un mercado común. Además, se elaboraron políticas agrícolas y de cohesión económica y social para promover un desarrollo equilibrado en todos los territorios.

A lo largo de los años, la CEE se fue ampliando y evolucionando. En 1992, el Tratado de Maastricht estableció la Unión Europea, que reemplazó a la CEE como la entidad supranacional que englobaría a los países miembros. Sin embargo, el Tratado de Roma sigue siendo un hito histórico en la construcción de la integración europea y sentó las bases para la cooperación económica y política entre los países europeos.

¿Que se creó en el Tratado de Roma?

El Tratado de Roma fue firmado el 25 de marzo de 1957 y es considerado uno de los tratados más importantes en la historia de la Unión Europea. En este tratado, se creó la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de Energía Atómica (CEEA o Euratom).

La Comunidad Económica Europea tenía como objetivo principal establecer un mercado común entre los países miembros, eliminando las barreras comerciales y promoviendo la libre circulación de bienes, servicios, capitales y trabajadores. Además, se creó una política agrícola común, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.

Por otro lado, la Comunidad Europea de Energía Atómica se estableció con el propósito de fomentar la investigación y el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos. Esta comunidad tenía como objetivos principales el intercambio de información científica, la formación de personal especializado, la garantía de la seguridad nuclear y el fomento de la cooperación entre los países miembros.

Además de la creación de estas dos comunidades, el Tratado de Roma sentó las bases para la creación de una cooperación política y social entre los países miembros. Estableció también los principios fundamentales de la Unión Europea, como la solidaridad y la promoción de la paz, la estabilidad y el bienestar de los ciudadanos.

En resumen, el Tratado de Roma fue un hito histórico que marcó el inicio de la integración europea. Gracias a este tratado, se crearon la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de Energía Atómica, sentando las bases para la cooperación política, social y económica entre los países miembros.

¿Qué es el Tratado de Maastricht y que significo para la CEE?

El Tratado de Maastricht es un acuerdo que fue firmado el 7 de febrero de 1992 por los países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE). Es considerado un hito en la historia de la integración europea, ya que sentó las bases para la creación de la Unión Europea (UE).

Este tratado estableció una serie de cambios importantes en la CEE, como la introducción de una moneda común, la creación de una política exterior y de seguridad común y la consolidación de la cooperación en ámbitos como la justicia, los asuntos de interior y la política económica. Además, se estableció el objetivo de lograr una unión económica y monetaria completa.

Uno de los aspectos más destacados del Tratado de Maastricht fue la creación de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Esto implicó la adopción del euro como moneda única en los países que cumplieran determinados criterios económicos y financieros. La implementación de la UEM fue un proceso gradual que se completó en el año 2002, cuando los billetes y monedas de euro comenzaron a circular.

El Tratado de Maastricht también significa un fortalecimiento de las instituciones de la CEE. Se creó el Parlamento Europeo como órgano representativo de los ciudadanos de la UE, con mayores poderes legislativos. Además, se fortaleció el papel de la Comisión Europea como órgano ejecutivo y se estableció el Consejo de Ministros de la UE como órgano colegiado responsable de la adopción de decisiones.

Otro aspecto relevante del Tratado de Maastricht es la creación de una política exterior y de seguridad común. Esto implica una mayor coordinación y cooperación entre los países miembros en materia de relaciones exteriores, defensa y seguridad. Además, se estableció la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), que busca promover la paz, la estabilidad y el respeto por los derechos humanos en el ámbito internacional.

En conclusión, el Tratado de Maastricht significó un paso importante en el proceso de integración europea. Introdujo cambios significativos en la CEE, como la creación de la UE y la adopción del euro como moneda común. Además, fortaleció las instituciones de la CEE y estableció una mayor coordinación en áreas como la política exterior y de seguridad. Este tratado marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de la Unión Europea.

¿Dónde se firmó el Tratado de fundación de la CEE?

El Tratado de fundación de la CEE fue firmado en Roma, Italia, el 25 de marzo de 1957.

Este tratado, también conocido como el Tratado de Roma, fue firmado por seis países europeos: Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.

La firma del Tratado de fundación de la CEE marcó el inicio de la Comunidad Económica Europea (CEE), que buscaba promover la integración económica y política entre los países miembros. Fue un hito importante en la historia de la integración europea y sentó las bases para la formación de la Unión Europea en el futuro.

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